de Albert y David Meysles (1970)
U.S.A.
Este documental a cargo de las manos de los hermanos Maysles sigue a los Rolling Stones durante su gira por Estados Unidos en 1969, gira que terminó en el inesperado desenlace del Festival Altaman, un concierto tan desastrozo y con violencia in crescendo que incluso The Grateful Dead decidió no tocar cuando estaba programado. "That's the way things went at Altamont—so badly that the Grateful Dead, prime organizers and movers of the festival, didn't even get to play" -Rolling Stone. Se buscaba que este concierto superara a Woodstock, teniendo como co-productor del concierto a Michael Lang quien fue de los principales organizadores de Woodstock, se creía posible. Gente drogada, loca, eufórica por la música, Hell's Anges enojados y músicos asustados son el retrato de este documental y una juventud decadente en drogas en un entorno con actuaciones absurdas por las drogas lo envuelven mágicamente.
Los hermanos Maysles generan un grado de confianza con las personas que deciden retratar que logran develar los lados ocultos de estas personas, permiten que todo fluya delante de la cámara, sin intimidaciones ni prejuicios, todo simplemente fluye frente a la cámara como si no existiera, como si fuese un amigo de hace mucho tiempo que ya conoce las debilidades de ese personaje y no se siente intimidado de mostrar miedo o enojo, felicidad o amor. Esto se muestra en especial en la secuencia donde ocurre el asesinato en Altaman, Mick Jagger se muestra realmente asustado.
¿Quién diría que una estrella del rock se sentiría tan intimidado ante la cámara, tan intimidado ante la situación que por unos momentos piense en bajarse del escenario y correr a toda prisa? Incluso recuerdo en particular la secuencia en que al estar revisando el material que los Maysles grabaron, se tiene al teléfono un miembro de los Hell's Angels (quienes fueron contratados para proporcionar la seguridad del evento) y Mick Jagger se muestra realmente temeroso de lo que el Hell Angel dice por teléfono, como si esas palabras realmente les estuvieran pateando las entrañas que es lo que él habría hecho si tuviera la oportunidad de decirle todo eso a Mick Jagger en la cara y que seguramente hoy en día aún lo desean con muchas ganas.
Los hermanos Maysles generan un grado de confianza con las personas que deciden retratar que logran develar los lados ocultos de estas personas, permiten que todo fluya delante de la cámara, sin intimidaciones ni prejuicios, todo simplemente fluye frente a la cámara como si no existiera, como si fuese un amigo de hace mucho tiempo que ya conoce las debilidades de ese personaje y no se siente intimidado de mostrar miedo o enojo, felicidad o amor. Esto se muestra en especial en la secuencia donde ocurre el asesinato en Altaman, Mick Jagger se muestra realmente asustado.
¿Quién diría que una estrella del rock se sentiría tan intimidado ante la cámara, tan intimidado ante la situación que por unos momentos piense en bajarse del escenario y correr a toda prisa? Incluso recuerdo en particular la secuencia en que al estar revisando el material que los Maysles grabaron, se tiene al teléfono un miembro de los Hell's Angels (quienes fueron contratados para proporcionar la seguridad del evento) y Mick Jagger se muestra realmente temeroso de lo que el Hell Angel dice por teléfono, como si esas palabras realmente les estuvieran pateando las entrañas que es lo que él habría hecho si tuviera la oportunidad de decirle todo eso a Mick Jagger en la cara y que seguramente hoy en día aún lo desean con muchas ganas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario